¿Cómo nos conocimos?
Eso dejó de importar hace años. La vida, una tormenta en constante movimiento, se encargó de manera mágica de juntarnos. Somos un ejército de mujeres, amantes del vino, que rehusamos adaptarnos a la vida cotidiana y elegimos vivir sin miedo. Agarradas de la mano, hemos sido y somos inadaptadas que encontramos la voz en nuestra rebeldía y la fuerza en nuestra amistad. Este proyecto es nuestro deseo de invitar a otras mujeres (y hombres) a ser libres y a vivir sin ataduras, a desaprender lo que no nos sirve y a reinventarnos. Es la declaración de nuestro derecho a existir tal como somos y a decir de vez en cuando “¡Adáptate ÉSTA!”.